Tipos de beneficios fiscales en Autónomos, como funcionan y como se aplican
En todos los sistemas tributarios existen una serie de beneficios fiscales, incentivos o ventajas que hacen que la carga fiscal del sujeto pasivo (persona que tiene que pagar el impuesto) se reduzca.
En el caso de España, esos beneficios fiscales vienen garantizados en el artículo 134.2 de la Constitucion Española que dice que los Presupuestos Generales del Estado tendrán carácter anual, incluirán la totalidad de los gastos e ingresos del sector público estatal y en ellos se consignará el importe de los beneficios fiscales que afecten a los tributos del Estado.
Estos beneficios fiscales se dan por razones subjetivas (propias del sujeto), como en los casos de minusvalias, familas numerosas, nacimientos de hijos, etc. O por realizar alguna actividad o acción que desde un punto de vista de la politica fiscal, merezca ese beneficio fiscal, por ejemplo las que tienen que ver con el medio ambiente o las donaciones a ONGs.
En el caso de los autónomos, estos beneficios fiscales son ahorros en cuotas tributarias de los ingresos obtenidos que pueden ser de diferentes tipos. En función de su naturaleza, estos beneficios fiscales pueden ser exenciones, bonificaciones, reducciones o deducciones.
Los beneficios fiscales en ningún momento debe confundirse con la evasión de impuestos. Los beneficios fiscales son completamente legales y están amparadas en la Constitución, mientras que la evasión fiscal (que es básicamente no pagar los impuestos) es un delito penal.
Veamos qué tipos de beneficios fiscales existen y como el autónomo puedes aprovecharlos:
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Exención:
Es un derecho o privilegio que exonera el pago de un tributo. Las exenciones podrán serlo por razón de quien es el sujeto pasivo o en otros casos dependerá de las circunstancias que afectan a ese tributo, ya sea por su naturaleza por su condición de persona o entidad.
Reducción:
Es una disminución en el importe de la base imponible; es decir, sobre el importe en el que se aplicará el tipo fiscal (el porcentaje) del tributo. Este beneficio fiscal se aplica antes del cálculo de la cuota. Ejemplos de reducciones en el IRPF son las aportaciones a planes de pensiones o las pensiones compensatorias y anualidades por alimentos.
Deducción:
Una vez calculada la cuota aún existen beneficios que se pueden aplicar en un tributo. Estas son las deducciones.
Como ejemplos de estas deducciones que se aplican después del cálculo de la cuota tenemos en el IRPF por inversion en vivienda habitual, por alquiler de vivienda habitual, por donativos, por maternidad o por haber obtenido rentas en Ceuta o Melilla.
Todos estos beneficios fiscales están presentes en todos los impuestos importantes: Impuesto sobre la Renta, Impuesto de Sociedades, IVA, Impuestos locales …).
En ABC Autónomos, estamos para ayudarte en lo que necesites, si no sabes con cual de estos te puedes beneficiar, no dudes en preguntarnos.
